martes, 2 de junio de 2009

SENCILLAMENTE, LA LLUVIA...

Compañera líquida de recuerdos no tan lejanos...presente en mas de una ocasión de confidencias nunca dichas.

Eres como esa rara llave que abre los corazones en los momentos menos esperados...dejando aparecer cosas guardadas,dolores prisioneros,revelaciones intimas que se les prohíbe salir,por temor a seguir lastimando y lastimándose.

La lluvia...lagrimas silenciosas algunas veces,que humedecen la tierra ...pañuelo agreste y extenso que absorbe los tristes silencios que en ella se esconden.

Perlas benditas en muchos casos,collar de bendiciones para el campo o maleficio al desatarse la furia natural.

Ella no pregunta...no rinde cuentas cuando llega...sólo llega.

Y los corazones de los hombres bendicen,maldicen, sueñan,rien o lloran segun cómo les moje el alma y sus vidas en ese momento.

Misteriosa,benéfica,desvastadora,confidente de almas o acompañante del llanto en todas sus formas...ella siempre tiene el privilegio de ser nombrada.

Mansa ó violenta,lenta y apacible ó furiosa y terrible, la lluvia es reina y señora de la naturaleza,y reina y señora de los corazones de cuantos en ella depositan sus sueños de amor,odio ó dolor.

Tiene la rara dicotomía de ser querida u odiada ,algunas veces a la misma vez...

Se sabe poderosa,por los cambios que produce y nadie puede con ella.

Viene cuando desea y se hace rogar cuanto ella quiere.

Tiene la rara esencia de la mujer, al nombrarla ya su genero la define.

Y como la mujer no se la olvida.

Su presencia se nota.Su ausencia,también.

Sencillamente...la lluvia.

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